por Eduardo Galeano
Van pasando los días y todavía estamos celebrando. Ojalá cunda el ejemplo. Esta ley argentina, matrimonio legal para todas y todos, es un triunfo de la diversidad y una derrota de la hipocresía que nos invita a vivir obedeciendo y a morir mintiendo. Gracias, gracias mil, a los que han sabido ser más fuertes que su miedo y no se han achicado ante el gigantesco espectro de la Inquisición, que siempre tiene a mano los fósforos y la leña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario